martes, 7 de junio de 2011

Las Entes de Luz

Se encontraba el encapuchado frente a las dos entidades femeninas de Luz. Su  Luz era muy potente que apenas podía verlas bien. Entonces una dejó de emitir su Luz.

—¿Son ángeles?— preguntó el encapuchado.

—La realidad es que me conoces mas aun no comprendes— le respondió quien había dejado de emitir Luz—No soy un ente como los oscuros, pero mi camino se encuentra con el tuyo y he acudido a brindarte mi sabiduría.

—Entonces eres la Sabiduría—le dijo el encapuchado— Sólo debo crear un puente a lo que quiero, iré al pasado y repararé todo esto.

El ente sonrió.

—No hay más acción que el ahora— le dijo— Todo en la vida posee un propósito. Incluso la oscuridad, existe para hacer crecer a la Luz. Piensas que tu vida es un derrumbe más olvidas que tu cuaderno es tu vida. Todo fuera de ti es una ilusión y tu fortaleza es tu interior. Tu corazón. Haz olvidado a tu hada y así jamás volverá.

Entonces apareció el gnomo.

— Olvidaste tu misión y tal como dijo el Árbol Eterno sabias que esto a la larga iba a ocurrir. Las hojas se nutren del valor de seguir nuestros sueños—le dijo el gnomo.

—Las hojas se equivocan. Aun continúan diciendo que todo esta bien cuando ya no hay solución. Lo puedo ver— respondió el encapuchado.

—Entonces sigue a tu corazón y comprende que lo que ves es una ilusión. Tienes dos caminos adelante. Seguir combatiendo los entes oscuros y vivir lamentándote o de una vez continuar la misión que te apasiona tanto. Las hojas te dicen que confíes y eso debes hacer. Confiar en Ti— le dijo el ente y se empezó a alejar con quien aun mostraba su Luz.

—¿Quién es ella?— preguntó el encapuchado y de momento se esfumó.

—La conoces, alguien que te ha seguido desde entonces y ha buscado contactarte. La vida parece ser una serie de enredos, pero cuando comprendes y confías en tu corazón puedes llegar a tus sueños y entiendes que todo tiene una razón— le dijo el ente y terminó yéndose.

 El encapuchado se quedó entonces solo con el gnomo.

—Tómate tu tiempo, y luego comenzamos— le dijo el gnomo esperando ya la respuesta.

—No, empecemos ya— le dijo el encapuchado y sacó su cuaderno.

Por Angel Yamil Ortiz Torres © 2011 #34

2 comentarios:

Sigel Espacio de Luz dijo...

Muy bueno este episodio!!! Felicitaciones Angel!

Javier Torres dijo...

Es cierto, mucho de lo que le sucede al encapuchado nos sucede a nosotros a diario.