martes, 13 de julio de 2010

Encuentro con el Árbol Eterno

Se encontraba el encapuchado en su base frente al enorme ser Pereza. Pensó por unos instantes ignorarlo y seguir pero entonces Pereza lo golpeó fuertemente dejándolo en el suelo. Nuevamente se encontraba en el suelo, causado por este ser del que no se podía librar. Se sentía cansado, dolido, soltando lágrimas que humedecían el suelo. No podía percibir su hada y el gnomo apenas podía ayudarlo tratando de luchar con la criatura.

—"No puedo, no puedo, no puedo"— se decía a sí mismo el encapuchado llorando.

Pronto comenzó a sentir una presión intensa causada por su frustración. Esto no lo dejaba respirar cómodamente. Sus pensamientos no permanecían quietos. Miles de cosas aparecían en su mente. Con las fuerzas que permanecían invisibles para él, un impulso lo hizo levantarse y con todas esas fuerzas huir hacia la espesura del bosque. Pereza pareció perseguirlo pero lo había perdido de vista. El encapuchado había empeñado todas sus energías en huir sin apenas conocer a donde se dirigía hasta que no pudo más y se detuvo. Su corazón no paraba de latir.

Comenzó a sentirse despierto cuando se percata de su alrededor. Se encontraba en un claro en la espesura del bosque. Entonces pareció sentir una presencia y notó un árbol gigante que resaltaba de entre los demás. Este se encontraba en la frontera de donde terminaba el bosque y comenzaba una extensa área de pastizales. El encapuchado sintió la necesidad de acercarse al árbol. Al estar frente a él, decidió recostarse de su tronco. Observando entonces el increíble follaje del árbol quiso comunicarse con el árbol de gran tamaño.

—Sin duda has visto pasar un gran número de historias alrededor tuyo. Has visto el linaje de cada planta y cada criatura de estas áreas. Debes ser un Árbol Eterno—le dijo el encapuchado y después continuó.— Sólo quisiera que me ayudes con tu sabiduría.

Entonces pareció escuchar al árbol dentro de sí.

—"Llevo años en este lugar. Poseo muchas historias bajo mi esencia que es la Armonía. En cada hoja se encuentra la historia de cada ser. Vos tienes una tarea muy poderosa. Harás algo fuera de lo común. Pero para ello necesitas Amor. Tu Inspiración te conducirá. Aquel rostro esta muy atado a tí y su lazo es muy intenso. Su deber es fortalecer y mantener ese lazo. Háganlo, pero debes continuar tu sueño. Esa es la clave de todo. Pronto se aclararan mis palabras"— le dijo el Árbol Eterno y se quedó en silencio.

El encapuchado se quedó confuso con estas palabras y se quedó meditando donde lo cogió la noche. Tenía en su mente a la dama del Lago.

Por Angel Yamil Ortiz Torres 2010 © #15


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